Comerciales de televisión y personas a lo largo de mi vida me han dicho que los primeros años de vida son los más importantes, son los que forjan tu carácter, la infancia es la encargada de recoger el material para ser explotado en tu vida adulta, creo que viví mi infancia y que recogí el mejor material estudiando en el José Max León.


Doce de mis diecisiete años los he vivido en una institución que en principio jamás pensé que me aportaría tanto.

Doce años son los que llevo en el Colegio Bilingüe José Max León, doce llenos de aprendizajes, de transformaciones, de disciplina, de diversión, pero sobre todo de formación en pensamiento crítico. A lo largo de estos años pude aprender, pude reír, pude conocer, pude tener un desarrollo físico, pero sobre todo uno personal. He logrado desarrollar mis intereses, conocer mis límites, potenciar y descubrir mis habilidades, y llenarme de gran cantidad de conocimiento.

A veces, me encuentro con profesores de segundo de primaria, quinto, séptimo, entre otros grados, me doy cuenta de lo cerca que estoy de terminar esta etapa de la vida y pienso en lo triste que es jamás volverlos a ver.

Entonces, es inevitable recordar sus rostros, recuerdo sus caracteres, sus clases, pero más que todo me doy cuenta de todo lo que he pasado para estar en donde estoy, ¿cuántos de esos profesores, de esas personas que me vieron crecer, apostarían por quien soy ahora?

No lo sé y jamás lo haré, pero sí sé que cada uno de ellos, TODOS aportaron a mi formación, he tenido once tutores diferentes y quién sabe cuántos profesores. Pero, sin excepción colocaron una parte de ellos en sus estudiantes, sus conocimientos como semillas que germinarían. Cosechas que surgirán en pleno al momento de graduarnos, al momento de razonar de forma crítica y objetiva en nuestros asuntos cotidianos y en nuestro contexto nacional. 

¿Qué es lo que más valoro de la formación en el colegio?

Sergio

El cuidado en sus estudiantes, lo importante que es cada uno de ellos para la institución, todos somos tratados por igual y de una excelente manera. Recuerdo esa frase que dice que practiquemos lo que prediquemos, que nuestras acciones demuestren lo que pensamos, lo que queremos y esperamos.

Pues un excelente ejemplo, es el CBJML. La ética del cuidado es un valor fuertemente inculcado, promovido constantemente en los espacios pedagógicos y lúdicos para los estudiantes para que lo conozcamos y lo apliquemos.

Así pues, la mejor forma de enseñar este valor es que el mismo colegio lo practique, y así sucede. Haciendo parte de los comités de convivencia me he podido dar cuenta de lo importante que es el bienestar de cada estudiante para el colegio, de la milla extra que dan para que el ejercicio educativo sea excelente.

Planes, rutas de atención, conductos regulares, son estrategias que potenciadas por psicología hacen del colegio un lugar donde se puede pasar un muy buen rato sin preocupaciones, pero siempre atendiendo a las responsabilidades, porque, ¿Qué mayor placer que aprender?

Sergio Lozano

Representante Estudiantil