“Los ríos son místicos. Son una parte MÁGICA, VIVIENTE Y DINÁMICA del planeta tierra”

Laura Gilpin – fotógrafa estadounidense

AGUA DIVINO TESORO

“Agua, divino tesoro” se escucha decir con frecuencia, pero estamos tan acostumbrados a que con solo abrir la llave tenemos acceso al agua, que hemos olvidado que es un recurso finito que se puede acabar. El agua es un bien no renovable y no disponible para todos los seres humanos, aún hoy a inicios de la tercera década del siglo XXI. Los datos son apabullantes: 31 países carecen totalmente de acceso a fuentes de agua limpia y de cada 4 personas del planeta 1 no tiene acceso al agua pura.

En la Sabana de Bogotá tenemos el triste récord de tener el río más contaminado de Colombia, el Bogotá, en cuyo cauce se mueve buena parte del PIB (Producto Interno Bruto) del país, viven más de 12 millones de habitantes y se desarrollan a diario múltiples industrias y actividades humanas.

Algunas cifras sobre el río Bogotá nos permiten dimensionar su importancia para la región y el país:      
  • 380 kilómetros recorren el río desde su nacimiento en el páramo de Guacheneque (Villapinzón) hasta su desembocadura en el río Magdalena (Girardot).
  • En el Páramo de Guacheneque, origen del río, el frailejón, el laurel, la valeriana, la cortadera, los chites escoberos y los cimarrones, son la causa del milagro. Estas plantas nativas y todo el entorno natural que las rodea son las que posibilitan que el páramo se convierta en una verdadera fábrica de agua.
  • El río Bogotá baña 46 municipios del centro de Colombia.
  • Los habitantes de la capital descargamos 16 mil litros por segundo de aguas residuales, de las cuales casi todas terminan en el lecho del río Bogotá.
  • El 32 % del PIB del país se concentra alrededor de su cauce.
  • Alexander Von Humboldt fue pionero en recorrerlo, descubrió el pez capitán de la Sabana, un nombre común que ha sobrevivido al paso de los años. Hoy en día, y después de muchos estudios científicos, se tiene la certeza que este bagre es una especie endémica del río Bogotá, es decir, que no hay otro lugar en el mundo en donde habite.

Causas de la contaminación del río Bogotá

La historia sobre la contaminación del río Bogotá ha determinado que sus mayores contaminadores son las curtimbres de Villapinzón y Chocontá y los vertimientos químicos de la ciudad de Bogotá en la mitad de su recorrido. Los ríos que pasan por la ciudad, Fucha, Salitre y Tunjuelo, son verdaderos protagonistas en la contaminación del cauce principal del río.

¿Qué se está haciendo para recuperar el río?

Desde hace algunos años la CAR (Corporación Autónoma Regional) y las curtimbres de Villapinzón iniciaron un proceso de legalización y buenas prácticas en el que se aglutinan en un solo lugar los residuos vertidos históricamente al río para su tratamiento en una PTAR (planta de tratamiento de aguas residuales). Esta técnica ha logrado extenderse progresivamente, ya que en 2014, año de inicio del proyecto, únicamente 2 curtiembres contaban con permiso de vertimientos; para el año 2017 ya eran 22, y para inicios de 2020 se llegó a tramitar un total de 30, mientras que 25 más se encontraban en el trámite de permiso, lo que representa un 50%, de las 110 curtiembres que existen en total dentro de los municipios en mención.

También la CAR lidera el proyecto “Plan de Manejo de la Reserva Forestal Protectora Productora de la Cuenca Alta del Río Bogotá”, de la mano de los municipios de Cota, Sopó, Cajicá, Chía Subachoque, Suesca, Tabio, Tenjo y Tocancipá, entre otros. Este plan ya regulado, cubre una reserva forestal de 94.021 hectáreas de extensión y posee 27 Municipios asociados y 210 veredas.

Como parte de la estrategia de saneamiento del río Bogotá, se busca con obras de adecuación hidráulica recuperar su cauce, como la ampliación de la Planta de Tratamiento El Salitre y la construcción de la nueva Planta de Tratamiento Canoas que, junto con la operación de la PTAR Canoas, podrán tratar el 70% de las aguas residuales de Bogotá (cuencas Fucha y Tunjuelo) y el 100% de las aguas residuales de Soacha.

¿Qué podemos hacer nosotros desde casa?

Aunque no lo parezca, somos nosotros desde nuestros hogares los que más podemos hacer para prevenir la contaminación del río Bogotá y sus afluentes. Es necesario tener cuidado con lo que se tira al fregadero, el inodoro o el desagüe, debido a que la pintura o el aceite de cocina contaminan los ríos, pero lo hacen en mayor medida productos como la lejía o amoniaco, toallitas húmedas y medicamentos o sustancias con pesticidas.

Recomendaciones para prevenir la contaminación del agua: Si bien todos utilizamos en casa detergentes, fertilizantes, productos de limpieza y del hogar, se puede ayudar a rescatar la pureza de los recursos hídricos comprando estos productos sin fosfatos ni nonilfenol etoxilado (NFE). Es necesario llevar todos los productos químicos acabados (botellas de suavizante, detergente, limpia-cristales, etc) a un punto de residuos peligrosos. Recuerde también que las plantas son nuestras aliadas y cuanto más esté plantado el jardín, más segura estará la casa de plaguicidas y del agua contaminada de fuentes o desagües cercanos.

“El cuidado de los ríos no es una cuestión de principios sino del corazón humano”

Tanako Shozo – Político y activista japonés

Proyecto Navegantes 2020 y 2021

El Colegio Bilingüe José Max León diseñó desde hace tres años un proyecto de educación interdisciplinar con foco ambiental, con el que se busca generar conciencia sobre las problemáticas del río Bogotá; además, el propósito es posibilitar que los estudiantes tengan la oportunidad de plantear e intervenir con soluciones las problemáticas que enfrenta este importante cuerpo de agua.

Desde el inicio del proyecto se consideró que el alto impacto de la iniciativa trascendería a la comunidad educativa y permitiría que el Colegio fuese un actor constructivo en las rutas de solución para las problemáticas conocidas del río Bogotá.

El proyecto partió del reconocimiento por parte de los estudiantes de primero a décimo grado de las tres cuencas del río Bogotá. Una vez conocido el lugar en que trabajarían, niños y jóvenes investigaron las problemáticas de cada una de las microrregiones para formular sus propias preguntas e hipótesis de respuesta en relación con las situaciones que identificaron.

Dentro de los  resultados que los estudiantes han obtenido, vale la pena resaltar la formulación por parte de los niños de cuarto y quinto de un proyecto de ley para la protección del cuerpo de agua;  los estudiantes de décimo grado presentaron tres revistas en las que hicieron un análisis de la situación del río Bogotá, no solo desde la perspectiva medioambiental, sino contemplando factores económicos, matemáticos, sociales y filosóficos, labor que concluyó con la socialización de los hallazgos y las propuestas.  La Revista Semana, la CAR y Caracol han estado en diálogo con nuestra comunidad, interesados en la práctica pedagógica que implica esta iniciativa.  El CBJML tiene la intención de colaborar en la discusión legal sobre el reconocimiento del río Bogotá como Sujeto de Derechos, la cual está próxima a realizarse en el Tribunal Superior de Cundinamarca.

El futuro del proyecto se encuentra en la posibilidad de actuar en coordinación con otros actores y agentes, con el único objetivo de brindar una oportunidad a las nuevas generaciones de cambiar el rumbo destructivo que la humanidad ha tomado frente a sus recursos naturales.

“Responsabilidad, Educación ambiental y ética del cuidado son parte de nuestra propuesta educativa”

Fuentes:

https://www.semana.com/impacto/articulo/iniciativa-del-colegio-bilingue-jose-max-leon-de-cota-por-el-rio-bogota/58618/

http://www.entrerios.gov.ar/CGE/recursosaprender/agua-divino-tesoro/