Niños JML Presencialidad, alternancia y bienestar
Presencialidad en la educación

La Escuela es el lugar donde el niño aprende del mundo y se forma como agente transformador; es decir, es el espacio físico o virtual en donde los niños adquieren los conocimientos básicos para resolver los problemas y desafíos básicos que la sociedad contemporánea les presentan

La misión principal de las instituciones educativas es preparar a los niños y jóvenes para desenvolverse en el mundo que les correspondió vivir; es decir, además de participar en los procesos de aprendizaje de los saberes básicos de las diferentes disciplinas académicas, los niños deben aprender los saberes esenciales para su desempeño social.

La armonización de estas dos líneas de formación es lo que se conoce como socialización, que es el proceso mediante el cual un niño se incorpora a la sociedad.

En esta etapa el niño aprende la lengua y las formas de comunicación de su grupo; las normas de convivencia, los códigos culturales y los saberes aceptados colectivamente como básicos. Este proceso se inicia en la familia y es apoyado por la Escuela, por otros espacios de la sociedad y en las últimas décadas por los medios de comunicación.

En el colegio confluyen los saberes formales y no formales que el niño y joven necesitan para su formación como persona.

Es el lugar del encuentro natural con sus pares, con quienes comparte las mismas preocupaciones por el mundo y con quienes resuelve, a su manera, los problemas y conflictos que le genera su novedoso conocimiento de la realidad. La Escuela, además, es el lugar donde se confronta a sí mismo en su capacidad de dar y recibir afecto, de controlar o dar rienda suelta a sus emociones y de generar compasión o indiferencia.

Pros y contras de la Virtualidad vs desarrollo integral de los niños y jóvenes

Tras varios meses de experiencia derivados del impacto del virus del Covid-19 en el mundo educativo, se ha comprendido que la educación virtual (en algunos casos educación remota) mantiene el canal de comunicación entre los actores educativos centrados en el lenguaje, con un claro acento racional, pero limita la exteriorización y vivencia explícita de la emocionalidad, componente esencial de los procesos formativos y de socialización.

La virtualidad restringe el desarrollo natural de los niños y jóvenes porque los priva de ese contacto físico que les permite reconocerse y reconocer al otro desde su mirada, estimular sus sentidos y reaccionar ante el perfume natural de los demás, la sensación de una piel suave o áspera, el jugueteo de la brisa en sus cabellos, el contagio de la risa o la consolación del llanto.

Alternancia – El equilibrio es la clave

La postmodernidad nos recuerda que la felicidad no se encuentra exclusivamente en los caminos de la racionalidad técnica.  Esta ruta ha llevado a la humanidad a la vivencia de soledades y vacíos que agotan las posibilidades de la experiencia humana. Sin embargo, la alternativa ante el reto que propone la tecno sociedad racional no es adoptar, en el otro extremo, una vida motivada exclusivamente por la máxima excitación de los sentidos y un hedonismo acrítico.  Este camino también se ha transitado y ha generado frustraciones del mismo talante que la hiperracionalidad.

Como se mencionó previamente, la formación integral se centra en la relación con los otros (en el afecto, las emociones y la ética), con lo otro (la naturaleza y el mundo de las cosas), de manera importante con nosotros mismos (pensamientos y moral) y por último, con una esfera trascendente que cada sujeto construye a través de su experiencia vital.  La integración de estas cuatro dimensiones en la vida cotidiana permite encontrar el equilibrio que se requiere para llevar una vida alegre, tranquila, amable y productiva.

Volver al colegio es volver a experimentar la vida en toda su complejidad y riqueza, desde las vivencias en el salón de clases y el patio de recreo.

Es llevar y traer preguntas y respuestas que los niños o jóvenes solo confían a sus compañeros; es abrir las puertas al conocimiento desde el asombro que genera la presencia del otro, sus diferencias y similitudes con lo propio; es volver a tener la posibilidad de comparar, competir, valorar, regular o exaltar conocimientos, destrezas, emociones y sentimientos que redundarán en la formación de personas seguras de si mismas, con suficiente autoestima y autoconfianza para resolver situaciones de manera asertiva.

La institución escolar contemporánea debe armonizar estas necesidades de las nuevas generaciones, en especial en este período de la historia que ha retado la forma tradicional de desarrollar nuestra vivencia humana. 

Por esta razón, el Colegio Bilingüe José Max León propone el Summer Camp por segundo año consecutivo, espacio diseñado para que durante el período vacacional nuestros estudiantes y el público en general asistan y realicen una variada gama de actividades lúdicas y recreativas que asumen el reto de fortalecer la integralidad y la armonía.

De igual manera, para el nuevo año académico 2021-2022 que inicia en el mes de agosto, estamos preparando todos los espacios para recibir a más estudiantes en la modalidad presencial, con la vacunación de nuestro personal docentes y administrativo estamos ajustando para tener un regreso totalmente seguro.

Así, los niños contarán de nuevo con su colegio, con el espacio que aumentará su confianza, viviendo nuevas experiencias que potencien sus aprendizajes, fortaleciendo sus habilidades sociales, la autonomía y, sobre todo, la Responsabilidad Crítica.

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Admisiones abiertas 2021