La vía para la construcción de una mejor sociedad

Niños pequeños

El impacto de la propagación de la Covid-19 en el mundo se ha evidenciado en la salud pública, en la economía y muy profundamente en la formación de las generaciones actuales.

Según (Cárdenas, M. and Martínez, H. 2020) Colombia es uno de los países del mundo que ha tenido uno de los cierres de colegios más prolongados durante la pandemia, evitando la presencialidad escolar, situación que plantea para todo el sistema educativo desafíos de diferente naturaleza.

Inicialmente, la adaptación de la infraestructura física y tecnológica para atender los protocolos de bioseguridad y posibilitar la interacción de los docentes con las poblaciones mixtas (remotas y presenciales) en tiempo real, pasando por generar estrategias para el diligenciamiento y análisis de datos de la salud de los miembros del colegio para tomar decisiones fundamentadas, hasta la ponderación de la influencia que sobre los procesos de desarrollo (Cognitivos, sociales y emocionales) de los niños y jóvenes han generado todos los factores asociados a la contingencia.

Aunque el aprendizaje remoto desde casa apoyado en las TIC permitió que los aprendizajes cognitivos de los niños y jóvenes no se frenaran porque los docentes continuaron orientándolos y evaluándolos.

De esta manera, es claro que no proporciona las oportunidades de desarrollo de habilidades socio emocionales fundamentales para la vida de los futuros ciudadanos del siglo XXI que el encuentro con sus pares y docentes generan en la educación presencial.

Así, apoyados en algunas investigaciones del mundo y al interior del CBJML, podemos enunciar el impacto de los 16 meses de proceso no presencial en las dinámicas de desarrollo integral de nuestros estudiantes en los siguientes aspectos:

Niña pequeña

Salud emocional

La disminución de interacción social y convivir en un contexto en el que se experimenta miedo e incertidumbre afectan la inteligencia emocional y el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y de comunicación.

En el screening emocional realizado con todos los estudiantes del colegio al finalizar el 2020, se evidencian alteraciones recurrentes como preocupación, tristeza, irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño y para manejar sus emociones, falta de apetito, aburrimiento, desmotivación y cansancio, factores que coinciden con otras mediciones que se han realizado a nivel nacional como por ejemplo (UNICEF, 2020) que evidenció que más del 40% de niños entre 6 y 18 años han desarrollado síntomas de ansiedad o preocupación adicional desde el inicio de la cuarentena y (García & Maldonado, 2021).

En la investigación del Centro Nacional de Consultoría, Universidad de los Andes y Probogotá que mostró que para el 35% de las personas con rol de cuidado consultadas, los estudiantes se sienten más ansiosos respecto al periodo previo de clases no presenciales y el 29% dijo que estos tienen problemas para concentrarse. Esta información deja expuesta la necesidad de priorizar el apoyo, formación y cuidado de la salud mental de nuestros niños y jóvenes.

Salud física

El confinamiento en casa acarreó algunos efectos en la salud física de los Leonistas, ya que, por las dificultades para realizar actividad al interior del hogar y el temor a exponerse al contagio en espacios a campo abierto, se redujo drásticamente la práctica deportiva y de actividad cardiovascular.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes entre los 5 y 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas que impliquen elevar el ritmo cardíaco y usar la fuerza muscular para de esa forma asegurar un correcto desarrollo del aparato locomotor (músculos, huesos y articulaciones) y unos sistemas cardiovascular (corazón y pulmones) e inmunológico sanos.

La actividad física se constituye en la base fundamental para el desarrollo de la coordinación y la motricidad, potencia el desarrollo de aprendizajes de manera más efectiva ya que activa los sentidos y los sistemas de alerta, propicia el sueño reparador, que posibilita crecimiento y que se desempeñen mejor al día siguiente y reduce el sobrepeso y el riesgo de obesidad infantil junto con las enfermedades asociadas a esta condición.

Por estas razones en asocio con las familias es necesario, a partir del diagnóstico de la capacidad cardiovascular y de la medición del IMC, establecer planes particulares para regresar de manera gradual y progresiva a la actividad física y deportiva de nuestros hijos.

Brechas cognitivas de la no presencialidad escolar

En la encuesta que realizó Save The Children en Colombia para un estudio global sobre Covid-19 se encontró que los estudiantes están teniendo dificultades de aprendizaje:

  • El 20,81% de los padres, madres y cuidadores afirmó que niños y adolescentes aprenden menos de manera virtual.
  • Solo 7,29% aseguró que aprendían tanto como en la escuela.

En el caso de los estudiantes del CBJML, se puede atribuir este fenómeno a la preocupación por la situación económica, las pérdidas de familiares que afectan su motivación e interés, además, la dificultad para mantener la atención en los espacios de remotos con sus docentes y compañeros, principalmente por la sobre estimulación y múltiples distractores en la web como videos, juegos y redes sociales.

Por ejemplo, la Evaluación Auténtica debe seguir consolidándose en nuestra cultura institucional ya que es indispensable terminar de migrar las prácticas evaluativas orientadas a la evaluación sumativa (cuantitativa y centrada en la calificación) a la evaluación formativa que se enfoca en el proceso del estudiante y utiliza los resultados de la evaluación para potenciar el aprendizaje.

Ahora más que nunca, debemos apoyar a los estudiantes para que identifiquen sus fortalezas y aspectos a mejorar y orientarlos en cómo llegar a las metas deseadas.

Para garantizar la continuidad en su proceso de aprendizaje es necesario determinar qué saben, qué no saben y sobre qué quisieran profundizar, por tales razones se hace indispensable el desarrollo de un diagnóstico sobre el estado actual de los aprendizajes de los estudiantes y con esa base priorizar los aspectos que se deben atender.

El vínculo afectivo

Para generar atención en el cerebro se requiere que los circuitos atencionales se despierten y ellos funcionan en la medida en que yo esté conectado emocionalmente, ya sea porque hay movimiento o porque estoy en contacto con otras personas.

Es así como en los espacios de interacción en el colegio se generan conexiones emocionales que estimulan el aprendizaje y el desarrollo de la personalidad y el carácter de cada estudiante, en la presencialidad se crean lazos de amistad y se fortalecen valores como el compañerismo y la solidaridad que contribuye a generar confianza en sí mismos, en el otro y a reforzar aprendizajes, el contacto con los compañeros de grupo, con los amigos de otros cursos y con los docentes genera alegría en nuestros niños y jóvenes y ello los motiva a aprender.

Si las emociones son las que determinan las acciones posibles, es inminente que constituyan el aspecto prioritario y de mayor relevancia para facilitar los aprendizajes en educación. Que un maestro detecte la desmotivación de un estudiante, es el primer paso. Preguntarse, además por el respaldo emocional de esa desmotivación, permitirá la creación de estrategias que permitan transformar esa acción desmotivada (Ibáñez, 2019).

En el escenario escolar están en juego muchas variables de tipo social y emocional que determinan no sólo la relación entre los actores, sino a su vez la relación del estudiante con el conocimiento mismo.

La reafirmación, la aprobación intelectual, el refuerzo positivo, el reto intelectual constituyen un alimento constante para la construcción de un auto concepto armónico, que permita al niño o al joven creer en sus capacidades y potenciar el desarrollo de estas.

Interacción en la web

Se abrió la puerta de par en par al trabajo online de tal manera que los niños y adolescentes descubrieron diversas formas de interacción con el mundo, redes sociales, juegos en red, plataformas, aplicaciones, videos y demás entornos virtuales, facilitaron la continuidad de los procesos escolares y la socialización más amplia con un universo inexplorado, con el aumento del tiempo de uso de las pantallas, en ocasiones excesivo, también aumentó la exposición al riesgo que implica no contar con el criterio para la toma de decisiones y el acompañamiento del adulto para la orientación en su correcto uso.

Según (Giovanni et al., 2017) en el estudio “Niños en un mundo digital” para la UNICEF, la pregunta ya no es si los niños van a utilizar tecnología digital, sino cómo, por qué y con qué efectos. ¿Cómo afecta el tiempo en el que los niños utilizan pantallas sobre su bienestar, relaciones sociales y actividad física? y aclara que la tecnología digital ofrece muchos beneficios potenciales para los niños, permitiéndoles conectarse con sus compañeros o acceder recursos educativos o entretenimiento pero que, al mismo tiempo, existen preocupaciones.

De acuerdo con (Clark et al., 2020), cuando el tiempo de pantalla invade el espacio deseable para disfrutar de la vida analógica, ciertas habilidades se desvanecen, una de ellas es la inteligencia emocional, entendida como la capacidad que tenemos para percibir las emociones en nosotros mismos y los demás, comprender por qué ocurren, utilizar la información que nos da la emoción y regularla.

Los niños y adolescentes que pasan más tiempo con pantallas, pierden la capacidad de percibir esas emociones porque la interacción no es cara a cara y las emociones se expresan, sobre todo, de esa forma.

Conclusiones

  • La educación remota puede ofrecer herramientas que permitan complementar el proceso de enseñanza y bajo las circunstancias que vivimos se constituyó en una única manera de dar continuidad a los procesos de aprendizaje, pero se debe tener claro que esta modalidad no logra reemplazar a la formación presencial.
  • La presencialidad de los niños y jóvenes en el colegio no sólo tienen el fin de entregar una adecuada enseñanza para el logro de los aprendizajes, sino que también permite el desarrollo socioemocional de los estudiantes.
  • A pesar de los grandes avances, no hay ninguna tecnología que pueda igualar el impacto que genera en la formación a todo nivel de los niños y jóvenes la capacidad de los profesores el encuentro con sus pares y docente. La tecnología de la información es sólo un complemento, no un sustituto. La importancia de los profesores y el reconocimiento de que la educación y el proceso de aprendizaje son esencialmente el resultado de la interacción humana es ahora más evidente.
  • Con el retorno a la presencialidad es indispensable generar instrumentos de diagnóstico que permitan estimar las pérdidas de aprendizajes y la huella emocional que las circunstancias experimentadas durante la pandemia dejan en nuestras poblaciones de estudiantes, docentes y equipo de colaboradores y con esa base plantear los ajustes curriculares y las dinámicas de acompañamiento socio emocional que permitan zanjar las brechas cognitivas y formativas, así como contribuir a la salud emocional de nuestra comunidad escolar.
  • Volver a la presencialidad permite que tengamos una generación de niños y jóvenes emocionalmente estables, que disfrutan y aprenden de su interacción con el otro, que ríen, saltan, corren, debaten, argumentan y experimentan la vida a plenitud y sobre todo que, con el ejercicio de su ciudadanía y la consolidación de sus competencias para convivir y resolver pacíficamente sus conflictos, transformarán las realidades sociales que local y globalmente nos atribulan.

REFERENCIAS

Cárdenas, Mauricio and Martínez, H. (2020). COVID-19 in Colombia, Impact and Policy Responses. Center for Global Development, Figure 1, 1–19.

Clark, H., Coll-Seck, A. M., Banerjee, A., Peterson, S., Dalglish, S. L., Ameratunga, S., Balabanova, D., Bhutta, Z. A., Borrazzo, J., Claeson, M., Doherty, T., El-Jardali, F., George, A. S., Gichaga, A., Gram, L., Hipgrave, D. B., Kwamie, A., Meng, Q., Mercer, R., Costello, A. (2020). After COVID-19, a future for the world’s children? The Lancet, 396(10247), 298–300. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31481-1

García, S., & Maldonado, D. (2021). Covid-19 Y Educación En Bogotá: Implicaciones Del Cierre De Colegios Y Perspectivas Para El 2021. Alianza ProBogotá -Universidad de Los Andes.

Giovanni, P. Di, Elder, J., Ena, E., Kagio, D., Kamonde, C., Limbu, M., Niang, O., Nsubuga, E., Pakkala, L., Schultink, W., Mccormick, C., Mulenga, D., Cortesi, S., Gasser, U., Ito, M., Mills, K. L., Surculija, J., Botsman, R., Christiansen, N., … Rotich, J. (2017). Estado mundial de la infancia 2017, Niños en un mundo digital. UNICEF (UNICEF (ed.)).

Ibáñez, N. (2019). “El contexto internacional en el aula: una nueva dimensión evaluativa”, Estudios Pedagógicos 27: 43-53 

NiñezYA. (n.d.). La pandemia tiene en crisis los derechos de la niñez.

UNICEF. (2020). Evitar una generación perdida a causa de la COVID-19. 24. https://www.unicef.org/media/87156/file/Evitar-una-generacion-perdida-causa-covid-2020.pdf