Niñas haciendo deporte
Niño mirando por la ventana

Las medidas tomadas por los entes de salud global y nacional para prevenir el contagio por coronavirus, como restringir la asistencia de los niños, niñas y adolescentes a las instituciones educativas, tuvo entre otras consecuencias que la mayoría de las rutinas de estos grupos cambiaran repentina y significativamente.

Desde el primer llamado al confinamiento ha pasado más de un año y en este tiempo se han vivido diversos cambios de alto impacto, comenzando por el acceso a las clases remotas apoyadas por la estructura online, que se articula directamente con dinámicas distintas en niños y jóvenes, entre ellas que los estudiantes pudieran levantarse y acostarse a distintas horas de las previamente organizadas.  

Algunos dejaron de usar el uniforme de la institución; otros no realizaron deberes escolares fuera del horario formal de clases; algunos más fueron lamentablemente retirados de la Escuela por el impacto económico de la pandemia sobre la vida familiar.

En este nuevo contexto el contacto con la familia se convirtió en un espacio de todo el día, en el que algunos estudiaron a la par con sus padres o cuidadores. Pero no siempre lograron disfrutar los tiempos con los adultos de su círculo, pues muchos de ellos cumplían sus labores bajo unas dinámicas de utilización absoluta del tiempo.

Las condiciones expuestas posibilitan una variada gama de reacciones, como la dificultad para abandonar el estilo de vida que se adoptó en los últimos meses; es conocido que la vida social se modificó y afectó de manera importante a los más jóvenes, con un viraje de la vida social hacia las pantallas, muchas veces sin compartir la mirada, el diálogo verdadero.  Una consecuencia de lo anterior es la manifestación de sentimientos de aislamiento o de temor frente al nuevo reencuentro, que debe trabajarse en conjunto entre familias y Escuela.

Elementos de bioseguridad

Otro factor que modificó nuestra realidad es el uso de elementos de bioseguridad y el cumplimiento de protocolos de aislamiento, lo cual puede presentarse como otro factor que incide en la motivación de niños y jóvenes por regresar a las aulas de manera presencial.

Por lo anterior, si su hijo o hija manifiesta el deseo de no volver a clases presenciales, lo adecuado es no juzgarlo sino entender que sus motivaciones son el resultado de un contexto que no escogió vivir y que apareció de improviso para toda la sociedad; además, es preciso brindarle una comunicación abierta que le genere confianza para expresar lo que piensa y siente. También es recomendable explicarle la importancia que representa el regreso a clases para su desarrollo de habilidades sociales, el desarrollo físico y cognitivo y, en general, para su crecimiento integral, condiciones que le permitirán convivir de manera creativa e innovadora en el medio donde habite.

Nueva cotidianidad

Sumado a ello, se recomienda prepararse en familia con tiempo y progresivamente en las nuevas rutinas que los estudiantes tendrán que adoptar. Se sabe que a menor edad es más fácil la adaptación, pero debido a la comodidad que pudo generar para muchos estar en casa, puede presentarse resistencia a retomar algunas de ellas, sobre todo en lo relacionado con los horarios y la realización de deberes escolares.  No se puede obviar en este análisis, que muchos niños y jóvenes han estado expuestos a la muerte de personas queridas en su entorno; esto exige fortalecer el vínculo, apoyarse en el poder del afecto, de la palabra, y el transitar en conjunto por la ruta del duelo, dialogando con amigos de la propia edad, volviendo a disfrutar de los espacios abiertos, de la naturaleza, o de las manifestaciones humanas que vale la pena compartir.

Volver al colegio será emocionante y retador, su impacto depende del contexto de cada hogar, de la manera en que se vivió y se vive la pandemia, de la red de apoyo con la que se cuente, de la apertura para dialogar y reconocer lo positivo de cada experiencia, de la atención que se preste a cada momento, de la paciencia para aceptar que se regresa a una escuela distinta a la que dejamos hace unos meses, pero que entre todos puede ser mejor que su versión anterior.

Es importante posicionar el amor como la condición esencial para avanzar con nuestros hijos e hijas en la ruta de la existencia.

Regreso seguro CBJML

En el Colegio Bilingüe José Max León somos conscientes de esta realidad y por eso te compartimos algunos Tips para facilitar el regreso al colegio de tus hij@s:

  1. Retomar los horarios: Aunque los horarios cambian con la alternancia, se volvieron más flexibles durante la pandemia, por lo que se sugiere definir una sola hora para levantarse, sin importar si se asiste o no al colegio.
  • Actitud positiva de los padres: Es importante mostrar una actitud positiva ante la nueva organización, hablándoles de lo divertido que será estar nuevamente con sus compañeros, de cuántas cosas se aprenderán, del disfrute del espacio campestre del colegio.
  • Familiarizarlos con el entorno: Resulta igualmente tranquilizante para los chicos ver interactuar a sus padres con los profesores, en razón a que sentirse familiarizado con los rostros y las instalaciones es un recurso que facilitará su adaptación. 
  • La importancia de fortalecer los protocolos diariamente: hacer partícipes a los niños y adolescentes de los protocolos de bioseguridad, del diligenciamiento de la encuesta, y enseñarles la importancia que tienen estos procesos para evitar el riesgo de contagio y potenciar el nivel de confianza social.

En el CBJML #Tenemoscomo y mediamos para que nuestros estudiantes se adapten a los nuevos retos de la educación.

Te invitamos a conocer nuestra propuesta pedagógica.

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