DANACAO
Ser penetrada una vez por la guadaña de la muerte.
Todos los días ese recuerdo.
En cada árbol, leche sólida,
en cada sombra, una maravilla,
en toda tierra, desolación.
Sí. No quise escapar de la soledad.
No me puse una máscara de piedra en la cara.
Duermo la vida de un día.
(Fragmento)